Este número se ocupa de algunos temas de la modernización de la Seguridad y defensa en América Latina, proceso que también ocurre en nuestro país. La fuerza aérea ocupa un lugar principal en la modernización militar de la era de la globalización. Con la UNASUR y el Consejo de Seguridad Sudamericano en marcha, ese factor comienza a ser más evidente. En octubre se llevó a cabo el "Ejercicio Salitre", primera maniobra conjunta entre fuerzas aéreas de Chile, Argentina, Brasil, Estados Unidos y Francia. ¿Una novedad? ¡ciertamente!. La convocatoria de este grupo rompe los esquemas hasta aquí vigentes y atraviesa los límites de "los complejos regionales de Seguridad". Un tema para muchas reflexiones. Ello nos da ideas de lo que va ocurriendo en el mundo, independientemente de perspectivas ideologizadas de la Seguridad y la defensa del siglo pasado y de los desafíos particulares que los estados mantienen en la actualidad como retos de Seguridad. Todo esto implica necesidades de una rápida modernización no solo de equipamiento y tecnología sino de las visiones estratégicas de los estados frente a los nuevos desafíos de la Seguridad, además de los comportamientos institucionales, sistemas de comunicación y otros. Que este tipo de maniobras se den bajo el marco de las Naciones Unidas es absolutamente importante y, añadiríamos, indispensable, pues los estados pueden colaborar en aspectos que tienen que ver con el "bien común" mundial, que en estos tiempos se traduce como mantenimiento y gestión de la paz, desde un marco de representación de la humanidad en su conjunto. La paz es indispensable para que logremos un desarrollo humano sustentable. La cooperación multinacional en defensa, que implica la proyección de las naciones fuera de sus fronteras, no puede tener otra fundamentación que ésta, la de velar porque existan las condiciones para que los seres humanos puedan desarrollar sus capacidades, independientemente de nacionalismos, regionalismos e ideologías particularistas que lleven a señalar como "enemigos", a quienes no se adhieren a nuestra forma de pensar o al de los gobiernos de turno.