Description:
Para todos es más que evidente que el Ecuador atraviesa un momento crítico de su Seguridad. Si bien muchos de los problemas son compartidos por la mayoría de países latinoamericanos, bien vale un esfuerzo por especificar nuestra situación. Lo primero es identificar las amenazas, desafíos y riesgos de la Seguridad. Para hacerlo recurrimos a métodos especializados –geopolítica, prospectiva, análisis de situaciones, experiencia y observación especializada. Todo ello en los marcos local, nacional, regional y global, además de tomar en cuenta las perspectivas sistémicas sincrónica y diacrónica. A la luz de este ejercicio, es indudable que en el tope de este diagnóstico, nos encontramos ante un panorama de crimen organizado basado en el narcotráfico y en la corrupción política. El Ecuador entero se quedó estupefacto ante lo ocurrido en la frontera norte hace un año. Por primera vez fuimos espectadores de una violencia abierta con un saldo lamentable de víctimas, civiles y militares. Diversos analistas hablaron sobre el tema de las fronteras y se actualizaron los debates al respecto. Pero lo que ocurre en el Ecuador es que no solo las fronteras se han convertido en las zonas críticas del crimen organizado. Es todo el país el que acusa la presencia de una estructura delictiva cada vez más profusa en actividades interelacionadas – asesinatos, extorsiones, tráfico de armas, tráfico de precursores y de todo otro tipo– con dimensiones territoriales ocupadas por organizaciones y asociaciones ilícitas, que incluyen todo un entramado de interacciones delictivas que penetran a nivel de la sociedad, el Estado y otras instituciones, especialmente de los sistemas judicial y financiero. Sin dejar de lado organismos tan preocupantes como las fuerzas armadas y otros cuerpos de seguridad. Esto en lo que tiene que ver con el crimen organizado con connotaciones territoriales. También está el crimen organizado con base en la delincuencia política, más difícil de detectar.