Abstract:
La Filosofía que propone Jean-Luc Marion es una Fenomenología, razón por la cual pretende describir las manifestaciones que constituyen la condición humana. Pero su punto de vista es radical en lo que intenta alcanzar lo común a todas estas manifestaciones fenomenales: su inquietante donación. Los fenómenos se dan sin someterse a condiciones de posibilidad que le impone el sujeto al cual aparecen; se dan por encima de toda capacidad subjetiva de recepción. Así, del acontecimiento, del ídolo, de la carne o del ídolo, fenómenos paradigmáticos de la saturación fenomenal. Es entendible entonces que esta fenomenología se encuentre con cierta teología. Al evidenciar el carácter idolátrico del Dios conceptual de la metafísica, Marion piensa un Dios liberado del ser y conocer, un Dios de Amor que se da anteriormente al Ser, dentro de la ausencia. Se debe entonces tachar el Dios de amor que no se da en el mundo sino más bien, tal como lo hace todo amor, en tanto que el mundo. Sobre este camino fenomenológico, nos encontramos con los objetos técnicos, la pintura, la invisibilidad, el don, la caricia o la confesión. Cada vez, se trata de descubrir lo que nos sobrepasa y, por lo tanto, nos llama.