Abstract:
Una de las preocupaciones de los efectos de la cuarentena, establecida para combatir el covid-19, es la influencia que puede tener sobre los ingresos de los hogares en los que habitan niñas, niños y adolescentes, pues no en todos ellos quienes contribuyen económicamente tienen empleos fijos que pueden garantizar un consumo adecuado o, al menos, mínimo para superar este período. Los ingresos dependen, principalmente, de la modalidad de empleo que consiguen las personas. Es conocido que el Ecuador tiene segmentos importantes de la población económicamente activa que solo genera ingresos trabajando por horas, lo que de por sí vuelve inciertos los pagos en momentos de crisis, laborando en condiciones de inestabilidad por menos que el salario mínimo, o también formando parte del gran segmento de personas que se autoemplean o, en otros términos, encuentran la forma de generar recursos para su supervivencia, estableciendo negocios que, por lo general, son pequeños y dependen de las ventas diarias. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en diciembre de 2019, el 77 % de los ocupados fue asalariado o tenía un negocio en una empresa con hasta 10 empleados.